El 30 de Junio se adjudicó al Consorcio Gasoducto Sur Peruano, integrado por las empresas Odebrecht y Enagás, el proyecto "Mejoras a la seguridad energética del país y desarrollo del Gasoducto Sur Peruano", al ofrecer 7,328 millones de dólares.
Sin embargo, este proceso estuvo publicado en la página de PROINVERSIÓN desde febrero del 2013, en donde se aprecia toda la información y las bases con contenidos de condiciones, tramos, características, cronogramas que tendría este proyecto, donde claramente se aprecia la preferencia para los usos de Centrales Térmicas, Generación de Gas Natural Vehícular (GNV) y en Industrías, postergando el uso de gas en las viviendas que es el otro objetivo del proyecto, como futuros proyectos gasoductos regionales que se desarrollaran en los departamentos de Apurimac, Puno, Arequipa, Cusco, Moquegua y Tacna.
Las autoridades de turno e incluido nosotros, nos pasamos distraídos todo este tiempo en otros acontecimientos de menor importancia, por el cual no hicimos los reclamos necesarios en los plazos establecidos.
Lo que queda y la tarea presente es impulsar los proyectos estratégicos regionales como la Zona Económica Especial ZEE, Carretera Interoceánica, Centrales Hidroeléctricas, concretización de proyectos industriales y mineros, desarrollo agropecuario y turísticos, que nos ayuden a justificar la demanda energética regional, con el cual se aceleraría en tiempos la construcción del Gasoducto Regional para Puno.
Lo que sí hay que tener en claro que este proyecto no se lograría con reuniones con ministros, congresistas, llevando chalinitas a Lima, o algo parecido que ya nos tienen acostumbrado nuestras autoridades. Se requiere criterios técnicos claros con la que podamos demostrar la necesidad urgente de este proyecto para Puno y el desarrollo estratégico que implicaría en uno de los departamentos más pobres del Perú.