El tratamiento de aguas residuales es necesario para la prevención de la contaminación ambiental y del agua, al igual que para la protección de la salud pública. Cada región tiene sus propias particularidades geográficas, socioeconómicas, por el cual se diseñan las tecnologías.
La meta del tratamiento de aguas residuales nunca ha sido producir un producto estéril, sin especies microbianas, sino reducir el nivel de microorganismos dañinos a niveles más seguros de exposición, donde el agua es comúnmente reciclada para el riego o usos industriales.
Los pasos básicos para el tratamiento de aguas residuales incluyen:
1. Pretratamiento—remoción física de objetos grandes.
2. Deposición primaria—sedimentación por gravedad de las partículas sólidas y contaminantes adheridos.
3. Tratamiento secundario—digestión biológica usando lodos activados o filtros de goteo que fomentan el crecimiento de microorganismos.
4. Tratamiento terciario—tratamiento químico (por ejemplo, precipitación, desinfección). También puede utilizarse para realzar los pasos del tratamiento primario.
Lo que hay que asegurarse en el país, a que se cumpla con los valores del Decreto Supremo Nº 003-2010-MINAM Límites Máximos Permisibles (LMP) para los efluentes de Plantas de Tratamiento de Aguas Residuales Domésticas o Municipales (PTAR), para el sector vivienda y guarde una relación con las concentraciones del cuerpo receptor de estas aguas (ríos, lagos, lagunas), de acuerdo al Decreto Supremo N° 002-2008-MINAM Aprueban los Estándares de Calidad Ambiental para agua.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario